Se calcula que el proceso comenzó en el año 1938 y duró hasta los años 90, sumando más de 300.000 niños separados de sus familias de forma irregular.Según la Audiencia Nacional, entre 1938 y 1952 se calcula que aproximadamente 20.000 niños fueron separados de sus madres al nacer.
Entre 1960 y 1996 se realizaron en España casi dos millones de adopciones de niños y niñas, de los cuales se intenta demostrar que aproximadamente el 15% se realizaron de forma irregular al tratarse de bebés sustraídos a sus familias tras informarles que habían muerto.
Esta clase de prácticas se llevaba a cabo en hospitales y clínicas de todo el país, con la única finalidad de vender a los recién nacidos a padres que lo registrarían como hijo biológico sin serlo en la mayoría de las veces, aunque otras tantas los padres adoptivos se convertían en otras víctimas del sistema al pensar que todo se trataba de forma totalmente legítima.
Otros padres, tenían claro que querían adoptar y no falsificar documentación, pero al igual que a los anteriores, les daban un bebé recién sin conceder a la madre biológica los seis meses posteriores al parto su derecho a arrepentirse. Sin quererlo de nuevo eran padres que adoptaban ilegalmente.
Por razones como estas se crearon las diferentes asociaciones a lo largo y ancho del país con la finalidad de ayudar a todas las víctimas que dejaron un grupo de personas que carecen del sentido de la familia y la empatía, buscando únicamente el beneficio propio.